Se produjo la inauguración oficial de la sucursal y el presidente del Consejo de Administración, Cdor. Felipe Berrueth, dejó claro el compromiso de la cooperativa.
El jueves 7 de octubre de 2021 no fue un día más para Crucesitas Octava y eso quedó de manifiesto, en forma evidente, en la emoción de la presidenta de la Junta de Gobierno Julia Arismendi, quien fue la elegida para presidir esta localidad, a la llega COOPAR después de atravesar kilómetros de caminos, tan parecidos entre sí y con puentes de dudosa seguridad, en donde recién ahora las últimas tecnologías en localización de los teléfonos compiten con la sabiduría de los más baqueanos y en donde cualquier error puede hacer que uno salga a muchos kilómetros de su destino.
Desde muy temprano en la mañana del viernes 15 de octubre se fueron acercando los invitados, para ser parte de la historia que quedó plasmada en una placa recordatoria y en las fotos o los videos que se hicieron ese día.
Hubo muchos que pisaron por primera vez esta sucursal y recorrieron las instalaciones que cuentan con despacho de combustible, ferretería y un galpón de insumos y semillas y una balanza ya construida, que esperará la construcción de una planta de silos y completará el ciclo productivo que la cooperativa ya hizo, por ejemplo, en Don Cristóbal 2da.
Ese es un antecedente de lo que se puede lograr, transformando COOPAR en muy poco tiempo a esa localidad, buscando que seguramente eso suceda también en Octava, para que todo esto que se construyó y se construirá sean las herramientas necesarias para cumplir con un propósito cooperativo que resalta valores y tiene ese espíritu de aquellos que fundaron COOPAR hace 68 años.
Los discursos
A la hora de los discursos, el presidente del Consejo de Administración de Coopar, Cdor. Felipe Berrueth, en la parte central de su alocución dijo que «Hoy, después de semejante pandemia, en este año 2021 nos toca a nosotros inaugurar esta sede que tiene Coopar en Octava, y que se convierte en la cuarta, junto a Victoria, Nogoyá y Don Cristóbal 2da”.
Recordó que «A este predio lo compramos hace 10 años, cuando con otros consejeros andábamos buscando un lugar, un pueblito, un paraje que tenga futuro. Hoy ese futuro llegó y seguramente, -siempre hay que pensar en eso- cuando estén las plantas de silos y tengamos movimiento y algún día llegue el asfalto y breguemos todos juntos, esto se transformará en un buen lugar para vivir para nosotros y para nuestra juventud. Entonces estaremos orgullosos de que Coopar y su Consejo de Administración pusieron un granito de arena para que esto se logre».
Hubo una frase de Berruhet que resonó fuerte en los corazones de todos los que se encontraban presentes. Dijo que «Coopar vino a quedarse en Crucesitas Octava para siempre», con énfasis en esas palabras, que marcan el compromiso de la cooperativa de seguir invirtiendo. Y eso sin dudas para los que habitan ese pueblo significa progreso y posibilidad de desarrollarse en el lugar que los vio nacer.
Luego llegaron los discursos de importantes representantes del sector que fueron invitados como Elvio Guía, vice presidente de Federación Agraria; Edgardo Schneider, Pte. de FEDECO; Juan Balbi, Pte. de CAFER y Ricardo Etchemendy titular del IPCYMER.
Cada uno felicitó al Consejo de Administración de Coopar, destacando el esfuerzo, coraje y la valentía de invertir en un lugar donde las necesidades son inmensas; con la importancia de crear puestos de trabajos genuinos y apostar a que la juventud se quede en el campo e ir más allá de lo económico, haciendo historia y cumpliendo con uno de los principios internacionales del cooperativismo, que es la relación con la comunidad, instando a los productores a cuidarla y mejorarla con sus aportes e ideas y trabajar en conjunto para el bien de todos.
Luego fue el turno de la celebración religiosa, el descubrimiento de una placa y el tradicional corte de cintas, para cerrar la jornada con un momento de camaradería compartido por todos los presentes.