La suba de precios golpeó fuerte al bolsillo de los ciudadanos. Dicen que se mantiene el consumo de carne de cerdo y de pollo
Luego de una relevamiento realizado en varias carnicerías ubicadas en diferentes puntos de la ciudad de Gualeguaychú, la venta de carne vacuna disminuyó un 50% en la ciudad, según la opinión de los encargados de los puntos de venta de la ciudad.
“La comercialización de carne vacuna viene en franco descenso, en tanto que la venta de carne de cerdo se mantiene, al igual que la de ave, aunque esta última ha experimentado un alza importante”, informó a El Día Raúl Kratzer, segunda generación de carniceros
Entre los motivos de la disminución está pura y exclusivamente el aumento en los precios, el cual está provocado en parte por la escasez de hacienda, que genera una disminución en la oferta ante una misma demanda. “Pero además, la falta de poder adquisitivo y los salarios muy bajos conforman un combo difícil de afrontar por el trabajador asalariado”, añadió Krátzer.
El precio de la hacienda estuvo muy quieto en los últimos dos años, y en los últimos tiempos experimentó una suba, pero al no moverse el mercado interno, la tendencia es a la baja como lo indican los últimos remates en Liniers, tanto en la invernada como en el gordo. Todo por una falta de consumo, aseguró El Día.
“El que trabaja como albañil, el que hace changas, la gente que llega con la plata justa y compra lo que puede son los más perjudicados, los primeros que recortan el gasto en la carnicería”, amplió otro carnicero en la parte sur de la ciudad.
En general, lo que más aumentó su venta en las carnicerías locales fueron la carne picada, el puchero y las carnazas de inferior calidad, además de alguna pulpa más barata y lo de la cortes superiores, que hoy oscilan en los 260 pesos el kilo, mientras que pulpa de segunda está en el orden de los 220 pesos. “Así la vendamos a 200 pesos, la mayoría de la gente no llega, no tiene conque pagar ese valor”, recalcaron desde el sector.
En el caso de las carnes con un valor agregado, como es el caso de las milanesas y las hamburguesas, las ventas se mantienen debido a que no ha subido, en demasía, el costo de estos productos, pero lo que es lomo y peceto la venta está casi paralizada.
Un asado de costilla está en el orden de los 230 pesos, “siempre hablando de cortes de calidad”, aclaran los carniceros. En concreto, hacer un asado con un kilo de costilla, medio de vacío y algunos chorizos no baja de los 500 pesos.