La emergencia declarada por el gobierno provincial “es más de lo mismo; lo que no se paga de impuestos este año se pagará el que viene, es decir, aumenta la deuda a futuro”, aseguró el presidente de la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Limitada (Coopar), Felipe Pablo Berruhet.
El Decreto de emergencia o desastre agropecuario por la sequía “está ajustado a la Ley que nunca sirvió; no trae novedades sino que es una respuesta después de haber sufrido una pandemia climática (para que la gente entienda la magnitud de la situación), es decir, lo que ocurrió es lo que vivieron los sectores vinculados al turismo con la pandemia”, dijo el cooperativista. En ese sentido, explicó: “Una cosecha se financia en un 33 por ciento con deuda comercial y 33 por ciento con deudas con el sistema cooperativo o exportación de granos, es decir, una sequía deja de la inversión que se puso un 66 por ciento de deuda”.
El decreto “posterga pagos, por lo que supone el aumento de deuda a futuro, proyectando que el año que viene nos irá bien cuando deberemos pagar el doble de impuestos que ahora”, indicó y agregó: “Esto es mejor que nada, pero no sirve”.
“Las deudas siempre se pagan con ganancias y si tenemos proyectado que el año próximo se deberá duplicar la carga impositiva sería importante que alguien del gobierno explique cómo se hace para pagar. Nosotros tenemos en el 2022 la misma carga impositiva que en el 2023, por lo que el 30 por ciento de nuestra capacidad de ganancia deberá ser para hacer frente al doble de la contribución fiscal que hay que hacer”, remarcó.
“Cuando se pierde en la sequía es como que un tipo entra y te roba la caja fuerte y ahora nos queda la financiación de lo que se debe y la nueva campaña”, comentó el productor, quien aclaró que la situación afectará a toda la economía del país. Al respecto ejemplificó que Entre Ríos “es importadora de maíz y lo que más afectó la sequía en la provincia es el maíz, es decir, un montón de recursos nuestros pararán en manos de productores de otras provincias para cubrir lo que el sistema avícola necesita y ese capital ya no será plata que generará ingresos en distintos sectores de la provincia”.
Para el 2022 el escenario “es muy complicado a lo que hay que sumarle el resto de los problemas normales de la economía del país (inestabilidad, inflación, falta de dólares, desconfianza), es decir, la sequía fue un plus que es lo que menos precisaba este país en medio de su vida institucional, pero bueno, son las cosas que se producen y no tienen explicación y nosotros del sector agropecuario estamos acostumbrados pero el resto del país no”.
Participación política
Sin embargo, consideró que el campo “al no tener participación política partidaria en este tipo de discusiones no tiene peso específico propio porque la Mesa de Enlace hizo lo que pudo y si bien la solución al problema de la sequía es un tema que debe atenderlo el gobierno no lo hace porque solo se ajusta a la normativa vigente por lo que podemos inferir que el campo es responsable (en parte) por no haber tenido participación política lo suficientemente importante para que la Ley de Emergencia sea hecha por gente del campo”.
“De algún lado saldrán los fondos, pero el tema es a qué costo y sacrificio se tienen que soportar para seguir sobreviviendo, por lo que este el 2022 será durísimo pero cómo se desarrollará no se sabe porque hay un montón de factores que dependen de la política”, precisó. (AIM Digital)