«A nivel precio estamos muy mal; el productor recibe entre 4,30 y 4,50 pesos, el mismo valor que percibía en octubre del año pasado, y con todo lo que cambiaron los precios. Pero además del precio que está bajo, el cóctel fatal se da por los altísimos costos energéticos de la provincia. Los productores no han podido pagar la luz para el riego de enero y febrero; y cualquier arrocero de entre 300 a 500 hectáreas le debe de 2,5 a 3 millones de pesos a la empresa prestadora del servicio eléctrico», relató Paoloni.
Corrientes tampoco está tan bien. «Son 45 productores, de los cuales, entre 5 a 6 concentran el 70 a 80% de la producción provincial. Aspiramos en el sector a volver a tener pequeños y medianos productores», señaló Paoloni.
«Las perspectivas para el año que viene son malísimas ya que no se definen las tarifas eléctricas. Tenemos muy buena relación con la gente del Ministerio pero no nos reciben», concluyó Paoloni.