El negocio ganadero argentino “presenta un leve deterioro y hay pocas expectativas”, afirmó a AIM el ex presidente del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) e integrante de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Gonzalo Álvarez Maldonado.
Actualmente la ganadería argentina “parece que está en pausa, porque el mercado interno está deprimido y la inflación le gana a los precios de la carne; y porque la exportación pierde rentabilidad ante el retraso cambiario y las estrategias de Brasil y Estado Unidos”, dijo el productor a esta Agencia.
Al respecto, explicó que en el mercado interno la rentabilidad positiva “disminuye a medida que pasan los meses, ya que los precios de la hacienda se redujeron cerca de un 15 por ciento, si se comparan con los de enero”, y subrayó que actualmente la inflación “le gana a los precios de la carne”.
En ese sentido, detalló que el 70 por ciento de la carne consumida en el mercado interno “no repunta en su demanda (42 a 45 kilos/habitante/año) ni en su poder de compra”, por lo que consideró el productor “no podrá esperar una mejora sustancial del precio, ya que esto dependerá de lo que suceda con la economía en general”.
Mercado externo
Por otro lado, Álvarez Maldonado comentó que el 30 por ciento de exportación muestra una demanda China activa, “pero sin convalidar aumentos de precios hasta junio, algo que podría variar en el segundo semestre si cae la oferta a ese país, porque dos de los principales exportadores (Estados Unidos y Brasil) abren nuevos destinos para tener una menor dependencia”.
Asimismo, otra variable “es el atraso del tipo de cambio, ya que los exportadores dicen que les resta competitividad ante países competidores”, y señaló que “a nivel de costos de producción se observa un mayor peso relativo de salarios, labores y gastos de estructura y un menor peso en costos de alimentación (en particular maíz)”.
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