AGMER Paraná cuestionó la decisión de Bordet del regreso total el 30 de agosto «con una nueva variante amenazando». La conducción provincial delibera posición.
Luego del anuncio del gobernador Gustavo Bordet de este jueves sobre el retorno a las clases presenciales totales a partir del 30 de agosto en la provincia, la seccional Paraná de AGMER rechazó las «comunicaciones mediáticas» y aseguró que en el sistema educativo entrerriano no están dadas las condiciones para que el regreso a las aulas, sin burbujas, sea seguro.
El gremio se declaró en estado de alerta y movilización, apuntó contra «los anuncios mediáticos del gobernador Bordet en campaña» y expresó «profundo malestar ante las comunicaciones mediáticas de retorno a la presencialidad plena sin sistema de burbujas. Con una nueva variante amenazando la salud pública y con el plan de vacunación incompleta, un alto porcentaje de docentes continúa sin recibir la segunda dosis».
Desde Gualeguay, donde presidió un acto de campaña, el gobernador anunció que «a partir del 30 de agosto vamos a tener presencialidad completa en las escuelas de nuestra provincia” y explicó que “el hecho de poder estar vacunando a todo el universo de entre 12 y 18 años nos da tranquilidad y seguridad”.
Además, señalaron como una contradicción la decisión provincial ante la normativa vigente a nivel nacional vigente: «los protocolos nacionales continúan reiterando el distanciamiento de un metro y medio y de aulas con ventilación cruzada», indicaron.
Contra el anuncio oficial, la seccional gremial exige la «continuidad del sistema de burbujas, respetando el distanciamiento y las condiciones edilicias de cada institución» y «el resguardo de los estudiantes y trabajadores de riesgo, con el sistema de teletrabajo y virtualidad».
Según se supo la Comisión Directiva Central de AGMER discutirá durante este viernes la posición del sindicato a nivel provincial y la hará pública en el transcurso de la jornada.
Calificaciones numéricas
En otro capítulo del parte de prensa AGMER Paraná acusó «la improvisación de parte de las autoridades del CGE» por la resolución que «a pocos días de terminar el segundo trimestre, cambiar nuevamente el sistema de evaluación, acreditación y promoción de los estudiantes, retornando a la calificación numérica».
Según la seccional sindical, la decisión desconoce «el profundo desastre pedagógico que atravesamos producto de la improvisación educativa, de la falta de política pública y de la desorientación permanente del funcionariado educativo que legisla para realidades inexistentes».