“Democracia y continuidad de derechos” se titula un documento elaborado por la Comisión Directiva Central de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) en la que hace un repaso por su historia de luchas y plantea los desafíos para la etapa que viene
Voluntad al diálogo y firmeza en el reclamo,
A continuación, el documento del mayor gremio docente de la provincia:
“Nos encontramos finalizando un año de intensa actividad electoral, en nuestro país y –obviamente- en la provincia de Entre Ríos. Actos de participación ciudadana como éstos, nos alegran profundamente, reivindicamos y valoramos el ejercicio de sufragar como una de las fortalezas centrales de una Democracia que hoy transita por sus ya 40 años de vigencia. Señalamos que todo proceso en donde podemos manifestarnos individual y colectivamente, y de opinar libremente sin censuras, sanciones ni persecuciones constituyen derechos por los que otros y otras dieron sus vidas o marcharon al exilio en tiempos de oscuridad y autoritarismo. A ellos y ellas les debemos hoy la posibilidad de poder sufragar. Es, entonces, una fortaleza de nuestra democracia y, por ello, entendemos que cada voto también es memoria y homenaje a las luchas y sueños de aquellos compatriotas.
Agmer es testimonio claro de esa Democracia de la que estamos hablando. Democracia defendida y ejercitada en el plano sindical en nuestro caso, desde los debates en las asambleas escolares, las asambleas resolutivas en cada departamento y el Congreso de nuestra entidad; en los debates de nuestro Consejo de Secretarios y Secretarias Generales. Así, toda propuesta salarial, ejes reivindicativos y estrategias de acción son definidas, aprobadas o rechazadas, etc. mediante el voto de nuestros/as Congresales. Esto nos posibilita que cada paso que damos no surja del capricho y enojo de un grupo “selecto de dirigentes que se crean iluminados, o dueños de la verdad”. Es por esto que nuestro sindicato es distintivo, porque ponemos a reguardo así, la autonomía frente a cada patronal y los partidos políticos.
El contexto electoral y el alza constante de la inflación caracterizó la etapa. La disputa y discursos de campaña sumada a la voracidad especulativa de los formadores de precios llevó a nuestra organización a batallar salario en paritarias abiertas con el propósito de observar constantemente el proceso inflacionario y, de esta manera, ingresos por encima de la inflación. Cuando vemos la historia de Agmer veremos que los procesos y mecanismos de disputa/discusión salarial van modificándose porque los contextos históricos también van cambiando, de esta manera, la estrategia de paritarias abiertas que garanticen salarios arriba de la inflación surge en clara respuesta frente a la disparada escandalosa de los precios. Y en este contexto, el cambio de la base de cálculo fue un logro histórico, ya que modificó la calidad nuestras recomposiciones.
Sostenemos, valoramos enormemente y reivindicamos la institución de las Convenciones Colectivas de Trabajo. Esta herramienta posibilitó no solamente salarios por arriba de la inflación sino, además, que en sucesivas paritarias sobre condiciones laborales logramos la titularización de más de 60.000 horas cátedra, la incorporación de la hora NEP al cargo docente, la concreción de Concursos de ingreso, reingreso, pases y traslados para educación primaria, en donde titularizaron 6.000 docentes, alcanzando así, su ansiada estabilidad.
Del mismo modo se concretaron Concursos de oposición para la titularidad en cargos de Dirección y Vice dirección en todos los niveles obligatorios y sus modalidades, en donde titularizaron más de 1.300 docentes de toda la provincia. Además, se logró el pase a planta permanente de más de 52.000 horas cátedra que habilitan nuevos procesos de titularidad.
Somos una organización sindical que no solamente sostiene, sino que además defiende su autonomía con respecto a los partidos políticos y las patronales. Ese valor es imagen identitaria y ha marcado el rumbo de nuestros primeros 42 años de historia. Historia de luchas, conquistas y resistencias, de nuestro innegociable compromiso con la Educación Pública. Desde ese lugar, hoy analizamos una gestión política que está concluyendo, por encima de las tensiones (ásperas algunas veces) y disputas lógicas, normales y entendibles entre nuestra parte representante de los trabajadores y trabajadoras de la educación encolumnados en Agmer y la representación política, los acuerdos alcanzado se han respetado y los derechos garantizados y resguardado. Insistimos, por arriba de todas diferencias. Entendemos, además, que respetando el funcionamiento colegiado del CGE estamos honrando también la Constitución de la Provincia de Entre Ríos, y eso lo valoramos significativamente.
Con la misma disposición al diálogo y con las mismas firmezas en nuestros reclamos -que conforman buena parte del ADN de Agmer- miramos a la nueva gestión política que se prepara para asumir el desafío de gobernar la provincia de Entre Ríos, velando por el bienestar del conjunto de las entrerrianas y entrerrianos.
Encontrarán un sindicato docente comprometido con el respeto absoluto a las diferentes miradas, poniendo por delante -siempre- el debate fraterno y constructivo.
Nuestra sociedad necesita con urgencia alcanzar niveles de consensos sostenibles y perdurables, poniendo por encima de todo antagonismo la unidad de las y los argentinos. Agmer puede dar también testimonio sobre el ejercicio de la tolerancia puesta en función del interés colectivo. Un tiempo atrás sectores con posturas que parecían irreconciliables lograron sintetizar una agenda en común superando antinomias en función de privilegiar el bienestar del conjunto, es decir, las y los trabajadores y trabajadores de la educación.
Entendemos que la paz y la concordia también son posibles de alcanzar en otros ámbitos de la sociedad, en un contexto de democracia plena. Para ello, será necesaria mucha voluntad política, y debate franco.
Voluntad al diálogo y firmeza en el reclamo, eso es Agmer. Somos conscientes que no habrá democracia plena con trabajadoras y trabajadores por debajo de la línea de pobreza. Sostenemos que todo ajuste afecta directamente a los asalariados y más postergados y conspira con la calidad de la misma democracia. Jamás el ajuste, en Argentina, recayó sobre el Mercado. Nos orienta la defensa irrestricta de la Educación Pública, común a todos y todas y de calidad. Sostenemos la continuidad de los Ministerios de Trabajo, Educación, Salud, Desarrollo y Desarrollo Social, el valor soberano de nuestra moneda nacional y en el protagonismo del Estado en nuestros bienes estratégicos –YPF, Gasoducto, litio y recursos petrolíferos- que nos garantizará soberanía para nosotros y nosotras, y las nuevas generaciones. Alentamos la continuidad de los sistemas públicos de comunicación –Télam, Radio Nacional, TV Pública, ARSAT- que nos permite, centralmente, llevar soberanía cultural a vastos sectores de nuestro territorio. Elegimos tener, además, una aerolínea de bandera.
Creemos, en definitiva, en un modelo de desarrollo que debe ser profundamente humanista y con justicia social, que respete los bienes naturales comunes y el conjunto de derechos alcanzados. Y promueva nuevos derechos. En síntesis, un desarrollo inclusivo y éticamente distributivo”. (APFDigital)