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El médico y productor agropecuario Marcos Grigioni se refirió a la problemática de la salud mental y a los numerosos casos de estrés que padecen los productores agropecuarios y los diferentes actores del agro en el contexto económico actual.

Grigioni comentó que en Argentina es un tema que hace varios años «venimos abordando, tratando de que esté en agenda el sector agropecuario, porque es un problema muy grande que tenemos, lo vemos a diario y que no solamente pasa acá en Argentina sino que en otros países del mundo».
Explicó que en Estados Unidos, Canadá, Australia, así como en países del continente europeo, los distintos gobiernos, incluso el Parlamento Europeo ha tomado cartas en el asunto hace por lo menos cinco años para abordar ésta problemática que afecta a todo el sector agropecuario en gran parte del mundo y la situación de la salud mental «porque les importa a los gobiernos donde la actividad agropecuaria es fundamental para su economía, porque cuando nosotros tenemos a los productores agropecuarios, a los contratistas en situaciones de estrés permanente, eso lleva a dos cosas fundamentales, una que aumenta por tres la posibilidad de sufrir un accidente en el medio rural y segundo que el estrés crónico va de la mano con la mala toma de decisiones, y estamos hablando de malas decisiones a la hora de sembrar, de comprar los insumos, de tomar decisiones respecto de cuando comprar y vender el ganado, decisiones que repercuten directamente en la rentabilidad de la explotación agropecuaria y por ende en la economía del país, es por eso que éstos países que nombré, más el Parlamento Europeo ha invertido y sigue invirtiendo millones de dólares en investigación y capacitación para revertir la situación de estrés crónico que están padeciendo la gran mayoría de los productores agropecuarios en Argentina y en el mundo».
El médico dijo que hay características de la producción agropecuaria que hacen que sea un tema tabú en el campo el bienestar mental, y según dijo, «romper con ese estigma va a llevar tiempo pero de a poco lo vamos logrando, sobre todo gracias al trabajo de las mujeres rurales, las mujeres cooperativistas que llevan adelante un montón de éstas actividades para romper con éste miedo a consultar ante una situación en la cual algún familiar o uno mismo está pasando una situación de estrés dentro del ámbito agropecuario».
Destacó la importancia de las mujeres rurales y resaltó que son ellas las que con mayor frecuencia tienden a sufrir éste estrés por muchas cosas, «principalmente por las brechas de género en el medio rural, con los roles tradicionales y con la mayor responsabilidad que tienen ellas tanto a nivel productivo como familiar». Además resaltó que las mujeres ven los problemas con mayor rapidez, «más abiertamente, con más honestidad y por lo tanto están más dispuestas a recibir ayuda. Son las mujeres quienes nos comentan que ven al marido mal, que lo ven muy estresado y muy preocupado. Los hombres suelen tragarse los problemas porque les resulta muy difícil mostrar las debilidades, entonces a través de la mujer estamos llevando adelante un montón de acciones que permiten a los hombres expresarse y mostrar qué es lo que les está pasando».
Con respecto a los síntomas físicos que se presentan a raíz del estrés dijo que pueden ser dolor de cabeza, de estómago, palpitaciones, rechinar de dientes, cansancio, irritabilidad, impaciencia, ansiedad desbordante, e incluso pueden llevar a cuadros de depresión o trastornos de comportamiento como disturbios a la hora de comer, aumento del consumo de alcohol y tabaco, insomnio, falta de concentración, y consideró que cuando éstos signos aparecen el mismo productor y los actores agropecuarios, contratistas, ingenieros agrónomos, deben buscar ayuda profesional como psicólogos, y médicos clínicos para abordar ésta situación y no les genere a futuro mayores problemas.
Más adelante mencionó que existe la costumbre de hablar de estrés por calor de los animales en el campo, estrés de los cultivos, pero nadie habla del estrés de las personas en el campo, y cuando sucede esa situación no hay un abordaje adecuado por lo que la gente del campo no sabe qué hacer. La actividad agropecuaria es una actividad económica que depende de numerosas variables que están por fuera del control del productor, como el clima, y la economía, «el tema económico, los precios de las carnes, de los cereales, el mismo clima son cosas que uno no puede manejar entonces eso genera una ansiedad permanente que desemboca en cuadros de depresión, de estrés muy importantes que pueden repercutir en la salud de nuestra gente por eso hay que hablar de éstas cosas», aseveró.
Comentó que en particular los ingenieros agrónomos están bajo una enorme presión debido a los distintos cuestionamientos que hay de parte de la sociedad sobre su función, específicamente con el tema de los agro insumos, «son un grupo de riesgo muy grande y muchos de ellos están sufriendo el llamado burn out, es decir situaciones de cabeza quemada. Algunos de ellos no quieren seguir adelante con su profesión debido a éste permanente cuestionamiento, críticas que reciben de parte de la sociedad y ellos manifiestan que se sienten muy solos, no tienen quién los defienda desde el punto de vista tanto de los colegios de profesionales como lo relacionado a su bienestar personal ante éstas situaciones. Éstos temas hay que empezar a hablarlos,  abordarlos para poder evitar que éstas personas sufran éstos síndromes de burn out que son tan feos de padecer y que necesitan el abordaje multidisciplinario para poder ayudarlos».
Más adelante comentó que recientemente ha participado de un seminario a nivel internacional. «Desde hace más de diez años nos invitan a participar para trabajar con grupos de investigadores en distintas universidades tanto en EE.UU., Canadá, Australia, Europa para que aportemos información y datos de lo que está pasando en Latinoamérica». Luego lamentó que en Argentina no existe una institución u organización que esté trabajando específicamente en el bienestar de los actores rurales de manera integral, que aborde a los productores, a la familia agraria, a los contratistas, a los ingenieros agrónomos, «al no existir eso trabajamos de manera independiente y aportamos la visión de lo que pasa acá, que coincide con lo que pasa también en muchos otros países como Brasil, Paraguay, Uruguay, y Chile. La diferencia es que en muchos países del hemisferio norte éstos problemas ya llevan abordados más de cincuenta o sesenta años con soluciones que van desde capacitación, entrenamiento, a la adopción de medidas que protejan a todos los actores rurales en base a la problemática específica que se intente abordar. Para eso se necesitan recursos y allí tanto las empresas como las cooperativas, como los mismos gobiernos, o sea el mismo estado a través del Ministerio de Salud o el Ministerio de Producción aportan muchísimo dinero para que los investigadores lleven adelante su trabajo y logren mejorar la vida de las personas que viven todavía en el campo».
Grigioni mandó un mensaje para todos aquellos que tienen poder de decisión ya sea en instituciones, organizaciones, cooperativas, etc, «es fundamental recordarles que todavía hay gente en el campo, que no podemos estar nada más que trabajando en fomentar y estimular la tecnología, la robótica, la automatización sin pensar que la gente que actualmente lleva adelante la producción todavía está trabajando en el campo. Uno ve que se hacen congresos, reuniones, capacitaciones, etc, todo 4.0 , 3.0, tecnología, robótica, inteligencia artificial y nos estamos olvidando, estamos dejando desamparados a la gente que todavía vive en el campo y tiene un montón de problemáticas que hay que mejorar para mejorar su calidad de vida.» Insistió en que si bien el cambio va a venir,  todavía no ha llegado en la totalidad entonces «tenemos que seguir ocupándonos de lo que necesita la gente del campo, todavía hay gente viviendo y trabajando en el campo por eso no podemos poner todos los recursos nada más en mostrar tecnologías sino que tenemos que trabajar en lo más difícil, porque mostrar tecnología es fácil, lo más difícil es solucionar los problemas del día a día de nuestra gente».
Reiteró que hay que lograr que «nuestras organizaciones, nuestras instituciones del mismo sector agropecuario  encuentren soluciones para ayudar a toda nuestra gente a pasar éstos malos momentos, éstos tiempos difíciles para poder definir ésta situación».
Grigioni pertenece a un grupo de profesionales que trabajan brindando talleres de capacitación, de análisis de situaciones. «Trabajamos con muchos grupos de mujeres cooperativistas, mujeres rurales, empresas, instituciones que están interesadas en su región, en su comunidad rural, en volcar toda ésta información para mejorar el día a día y lograr un mayor bienestar de sus comunidades».
Finalmente invitó a los interesados a consultar a través del número 3413928443.
(Fuente Omar Stricker)
Audio de la entrevista

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