“¿Qué pruebas quieren? ¿Que un día levante el cadáver de mi hija y les diga que la mataron?”, sentenció la madre al denunciar la falta de respuestas por parte del sistema judicial entrerriano. El calvario que vive la adolescente.
Tras una denuncia de abuso, desde 2019, una chica de 17 años es acosada y amenazada en las calles de Crespo, sin obtener respuestas eficientes del sistema judicial entrerriano. S. tiene hoy 17 años y un violento la persigue y agrede cada vez que la encuentra. También la atacan los familiares del agresor.
“Mi nena no puede vivir más así. Los tipos se ríen y están libes ¿Cómo hacemos para salir adelante? Porque es agotador, como mamá y papá sufrimos a la par de ella, le vamos a dar el apoyo que necesita, pero verla así es horroroso”, contó Alicia, la mamá de la chica.
“Hace dos años que está pasando, esperamos que la Justicia actúe, que el fiscal empiece a moverse porque la situación en que está mi nena no da para más. Estos tipos son dos hermanos, cuando uno no molesta, empieza el otro, no nos dejan vivir en paz”, aseguró la mujer, y agregó: “Mi nena tiene 17 años, es la mejor edad que está pasando, y no puede ser que la tenga en una cama deprimida, todo el tiempo llorando. Quiero que esté tranquila, pero de esto ya hace dos años y nadie hace nada, está todo muy quieto”.
Hasta hace dos años, el agresor, José M. B. era parte de la familia, porque era la pareja de una tía de la chica, por lo cual iba a la casa como un pariente más. Desde que se separó de la mujer, comenzó el calvario de S..
Hostigamientos
Alicia relató a Uno cómo comenzaron los hostigamientos: “Después siguió viniendo a casa, en ningún momento nos dimos cuenta que él estaba haciendo cosas a mi nena, empezamos a verla rara, casi que no hablaba con nosotros, estaba muy triste y me parecía raro hasta que un día sale de la escuela y llorando me dice ‘Mami, José me quiso meter en el auto a la fuerza para llevarme’. Me contó todo, que la amenazaba por mensajes, que le hacía cosas. Lo denunciamos, ella fue a Cámara Gesell y así empezó todo y en ningún momento se dejó de molestar, ni el hermano que es Brian. Después se metieron las hermanas, toda la gente que tiene alrededor. Denuncia tras denuncia, y hace dos años tiene el botón antipánico”.
Ni el dispositivo de emergencia que le instalaron en el celular a la víctima ni las órdenes de judiciales de prohibición de acercamiento, asustan a los agresores. Al parecer, cada vez que infringen las medidas, tienen precaución en no dejar evidencias: “Crespo tiene cámaras, pero son vivos y saben dónde atacarla”, dijo Alicia.
La situación ha llegado a tal punto que, hace poco tiempo, un policía de la comisaría de Crespo que toma las denuncias le dijo a la adolescente: “¿Sabés qué? Pedile a Dato (por el fiscal) que te ponga una cámara en el cogote y andás con la cámara todo el tiempo”, recuerda Alicia.
Por la preventiva
El abogado querellante que representa a la adolescente y a su familia en la causa es Horacio Barreto. “Yo pedía que se tome una medida de prisión preventiva. En base a las reiteradas violaciones al mandato judicial, hubo mucha desobediencia, pero lo que nosotros queremos es que esto se eleva a juicio cuanto antes y en su defecto se dicte una sentencia, para que cese esta coacción contra la chica, que no puede vivir en paz. Vamos a reunirnos con la Fiscalía el viernes para ver qué medida tomamos. Pero el fin es que se acelere el proceso y que se eleve a juicio, que se llegue a una sanción, porque este muchacho actúa impunemente, no le tiene miedo a ninguna restricción”, explicó el letrado a Uno.
Por esto, Barreto sostiene que buscarán “en principio, que se acelere el trámite, el agresor ya designó defensor. Que se eleve la causa a juicio o, en su defecto, si este muchacho sigue insistiendo en las violaciones a las medidas, se dicte una prisión preventiva”.
Sin respuestas
Alicia sigue contando los episodios que ya se volvieron cotidianos en la vida de la familia: “Ayer (por el martes) me fui a trabajar, la nena iba a ir al médico, a media cuadra de casa, lo vio al tipo que venía en bicicleta, se paró en la esquina para atacarla, ella se volvió y se quedó en casa llorando”.
“Hay que acompañarla para ir a la escuela -continúa-. Un día iba a Educación Física, la esperaron afuera y me la moretearon entera. La insultan, la amenazan o le hacen seña con dos dedos como que le van a pegar un tiro. En diciembre, antes de las fiestas, intentaron chocarla con un auto, ha pasado por un montón de cosas”.
El último de los más graves episodios ocurrió el 19 de enero pasado. S. se fue a un parque y al regresar fue interceptada por José M. B.. “Cuando se venía, ella no vio al tipo que andaba en el auto de un lado para el otro y la quiso manotear. Le alcanzó a agarrar desde auto y le dice ‘vos puta la vas a pagar’.. Ella dice gritó y él se fue. Entonces apretó el botón antipánico, se acercó a un kiosco, como hace siempre, se resguarda en algún lado. Desde ahí quedó en estado de shock, la llevé al médico, la tuve internada porque es muy poco lo que está comiendo, se despierta a la madrugada y dice que nos levantemos porque están en la casa”.
Cada vez que la chica acciona el sistema de alerta en el celular, la Policía acude al lugar, los busca pero nunca llegaron a sorprenderlos en seguida, por lo cual los violentos nunca fueron siquiera detenidos un rato.
El mismo 19 de enero, luego de la agresión sufrida por S, el padre fue a la casa de José M. B. a buscarlo. El hombre ya había entrado a su vivienda y lo echaron. En ese momento, el padre, absolutamente indignado y con la impotencia que genera la falta de respuestas a sus denuncias, agarró un caño de una pileta y destrozó el auto del violento, por lo cual fue denunciado. “Actuó en el momento, ya estamos cansados, hace dos años que venimos aguantando”, asegura Alicia.
Hace un par de semanas, Alicia y su marido acudieron a Canal 6 de Crespo, donde dieron una entrevista en la cual relataron la situación que vienen sufriendo. Tras lo cual, en el área de la Mujer de la Municipalidad de Crespo se quejaron ante Alicia por haber dado la entrevista con el canal de la ciudad y hacer pública el drama que padecen.
“En la Justicia tienen que ver el estado en que está mi nena y hacer algo, porque no va a vivir toda la vida así. Me duele que esté en este estado, que no pueda salir, hay que acompañarla a donde vaya, así sea a la escuela. Hoy (por ayer) fue a tratar de rendir a la escuela y la acompañamos, va mirando por todos lados. Se quiere ir de Crespo ¿pero cómo se va a ir ella si no hizo nada malo? Los que se tienen que ir son ellos”, lamenta Alicia, y agrega: “¿Qué pruebas quieren? ¿Que un día levante el cadáver de mi hija y les diga que la mataron?”.
Ante las reiteradas denuncias han intervenido desde la jueza de Paz de Crespo, Silvia Mabel Rochas, hasta integrantes de la Defensoría Pública de Paraná.