La FAO advierte sobre el riesgo de propagación de la influenza aviar en la región, mientras el Senasa insta a reforzar medidas de bioseguridad en granjas y hogares.
La gripe aviar, una amenaza recurrente para la producción avícola y la biodiversidad, vuelve a encender alarmas en América Latina. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó recientemente sobre el aumento del riesgo en la región.
Desde septiembre, los números han escalado: Estados Unidos reportó 80 brotes, de los cuales 44 afectaron granjas comerciales, y Canadá notificó 72 episodios en tan solo dos meses. En Sudamérica, Perú registró 13 casos en aves domésticas, y Colombia confirmó su primer brote del año en una granja de traspatio.
Frente a este escenario, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) llama a productores y propietarios de aves a extremar las precauciones para prevenir brotes en el territorio argentino.
Medidas clave
Evitar el contagio es fundamental: en este contexto, el Senasa instó a los establecimientos avícolas y tenedores de aves de traspatio a reforzar las medidas de manejo y bioseguridad, contempladas en la Resolución 1699/2019. Entre las recomendaciones específicas se incluyen:
- Revisar las mallas antipájaros para evitar el ingreso de aves silvestres.
- Incrementar la limpieza en las áreas donde se acumule materia fecal de aves.
- Restringir el acceso de personas ajenas a las instalaciones y mantener un registro detallado de las visitas.
- Evitar zonas de agua estancada que puedan atraer aves migratorias.
- el uso de medidas como la caza o destrucción de hábitats de aves silvestres, ya que pueden dispersar el virus.