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Los productores de la plataforma Netflix eligieron para la serie “Envidiosa” las obras de Anabella Jacob, la joven entrerriana que se destaca en el arte

Anabella Jacob vive en Crespo. Alguna vez pensó en ser docente, pero un inapelable llamado de su vocación hizo que se dedicara de lleno a la pintura. Dueña de un gran talento, fue cosechando éxitos y consolidando su carrera dentro y fuera de la provincia. Hoy las reproducciones de sus obras se exponen y comercializan en una reconocida galería en Buenos Aires, situada en el barrio de Palermo. Allí fue donde productores de Netflix vieron sus cuadros y pensaron en ellos para decorar la casa de Vicky, el personaje que interpreta Griselda Siciliani en la serie Envidiosa, la más vista del momento en América Latina en la plataforma de streaming, estrenada a fines de septiembre y que ocupa desde entonces los primeros lugares en Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay; y también el primer puesto en Hungría e Israel.

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En los perfiles de Instagram @chenetflix y @griseldasicicliani compartieron un video en el que la protagonista de la serie abre una puerta e invita al espectador a recorrer el lugar. “Buenas. Bienvenidos. Soy Griselda Siciliani y este es el set de Envidiosas, la casa más linda del mundo. Todos los que vienen se quieren quedar a vivir en la casa de Vicky, que es muy linda”, remarca. Y mientras pronuncia estas palabras se ven de fondo dos cuadros de la artista entrerriana. Fue en diciembre cuando recibió un mensaje por WhatsApp de parte de la galería, que decía: “Hola Anabella ¿cómo estás? Te escribo porque una productora de cine argentina que trabaja para Netflix vio tus obras y quieren usarlas para el rodaje de una serie llamada ´Envidiosa´. Esas obras aparecerían en plano pero para poder usarlas primero necesitan tu permiso”.

Presente en Netflix

En diálogo con UNO, Anabella explicó: “Aparecen también obras de otros artistas, ya que somos varios los que formamos parte de una galería de arte de Buenos Aires de reproducciones de obras, porque tampoco son obras originales. La productora de Netflix fue ahí y eligió varias. Tuve que firmar un contrato y autorizar que podían salir en la serie”.

A su vez, comentó: “Me pagan las correspondientes regalías que yo tengo con esa galería cada vez que se vende una reproducción, ya que la productora fue como cualquier cliente a comprarlas”.

Si bien ella sabía desde hace tiempo que sus cuadros iban a aparecer en la serie, prefirió no contarlo. “No comento las cosas hasta que realmente se dan, y ahora cuando salió la serie se lo dije a mis amigos y familiares. A este video en el que Griselda Siciliani hace el tour por la casa me lo pasó una amiga, yo ni lo había visto. Después también me lo empezaron a pasar algunos seguidores, que me decían ´¿viste esto?´. Siempre tuve el apoyo de familiares y amigos, y es muy importante. Tengo muchos clientes que se convierten en amigos, y permanentemente me están alentando, mandando mensajitos, alegrándose más que yo por los logros obtenidos”, contó con gratitud.

Mientras asegura que se puede vivir del arte, aclara que hay que trabajar mucho para lograrlo: “Sí, claro que se puede, pero las oportunidades no caen del cielo, sino que uno se tiene que mover mucho, todo el tiempo, y ser constante, perseverante, no darse por vencido”, afirmó.

Vasta trayectoria

Sobre sus inicios en el arte, Anabella rememoró: “Ya desde chica me gustaba mucho dibujar y pintar. Cuando terminé la Secundaria me fui a Paraná a estudiar Artes Visuales, pero no duré nada, no tenía ganas de viajar y tampoco estaba tan decidida, así que después entré a trabajar en un jardín como auxiliar de maestra jardinera”.

Ahí empecé a estudiar el profesorado de Educación Primaria, o sea para ser maestra. Me iba súper bien, pero cuando llegué a la parte de planificar e ir frente al aula no quise saber nada. A la par ya venía haciendo un profesorado de dibujo y pintura, y vendiendo obras para mis primeros clientes, que eran amigos, primos y demás parientes. Fue entonces que aposté a convertir lo que era mi hobby en trabajo”, precisó.

Según contó, al principio pintaba todo, para llamar la atención y crear contenido que llegue a un nuevo público. “Ahora estoy más enfocada en la creación de obras, cuadros, murales; y estoy dictando también workshop, talleres; y llevo mis diseños a objetos de uso diario como fundas de celulares, cuadernos, o individuales”, expresó.

Actualmente trabaja mucho con acrílico y le suma a sus obras un material que se llama encáustica fría, y sobre este tema refirió: “Creo que proviene de la cera de las abejas, o al menos la textura es muy parecida, y tiene un color manteca. Cuando la mezclo con el acrílico genera diversas texturas en mis obras, que al público suele llamarle la atención eso, porque además somos pocos los artistas que usamos ese material. Me gusta mucho el color, la botánica, y eso es lo que pinto actualmente”.

“Tengo obras en stock que forman parte de series y por ahí el público me va pidiendo una obra dentro de esa misma línea, pero en distinto tamaño o formato, según lo requieran para su espacio”, añadió, y sostuvo que sus mayores clientes son de Buenos Aires, donde también brinda workshops periódicamente, como ocurrió el fin de semana pasado.

Se puede acceder a parte de sus trabajos en Instagram: @anabellajacob.

Mayor visibilidad

Que sus obras estén en la galería de Palermo ayuda a que sean más visibles, y al respecto contó: “Esta galería empezó hace poco, dos años tal vez, con reproducciones de obras, porque no son obras originales. Y trabajan con un montón de artistas de todo el país, no sólo pintores, sino también fotógrafos y demás. En mi caso, me contacté con ellos, les comenté sobre mi trabajo y que quería sumarme, y tuve que hacerles buenas fotos a las obras originales, digitalizarlas y luego subirlas”.

Acto seguido, manifestó: “La verdad es que desde el primer momento tuvieron mucha aceptación. Hay una obra que ya se vendió más de 30 veces, y yo no sé quiénes la compran, no sé quién es el que la elige, porque va directo de ahí a la galería física y la eligen. Yo después sí obtengo la regalía y sé qué se vendió, pero no sé el destinatario”.

“La otra vez me pasaron unos videos de unos influencers que hacían videos y atrás estaba mi obra y yo ni enterada. Me da mucha visibilidad estar con esta galería, que se llama Pared. El año pasado llevaron mi obra también a Casa FOA, que es un evento de arquitectura y diseño importante; y también están expuestas en los shoppings donde ellos tienen sucursales, como por ejemplo Unicenter y demás. Está bueno, porque llego a nuevo público”, concluyó la entrerriana que se destaca haciendo lo que le gusta. (Fuente: Vanesa Erbes de Uno)

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