La iniciativa pertenece a la Asociación Escolar Argentina Alemana. El proyecto contempla la enseñanza del idioma alemán y formación integral de los alumnos comenzando con el nivel maternal y posteriormente anexar primaria y secundaria
Federico Schmidt, docente y presidente de la Asociación Escolar Argentina Alemana habló con SOLNoticias y habló acerca de un proyecto para reimpulsar el colegio alemán en la ciudad de Crespo.
El profesor de música Federico Schmidt contó sobre el proyecto de fundar una escuela de enseñanza dual alemana y enseñanza de la lengua académica alemana en diseño curricular. Inicialmente explicó que si bien proviene de Hurlingham, provincia de Buenos Aires parte de su familia vive en Entre Ríos y fue por eso que en 2021 decidió venir radicarse. «No esperaba que pasara ésto. Yo venía como músico, como maestro de música ya ejerciendo en Buenos Aires, como clarinetista de la banda de Policía Federal retirado de la misma y pretendía llevar una vida como docente y tratar de ayudar, pero en una idea que surgió desde los medios de Crespo hace alrededor de siete años en nota del Paralelo32 de por qué Crespo no tiene un colegio alemán», contó.
Historia
Luego dijo que en Buenos Aires fue parte de la comisión directiva del colegio alemán de Hurlingham y participó de la comunidad de colegios alemanes en la Argentina. Hace un tiempo alguien de Crespo le consultó si desde ese lugar él podría hacer algo para iniciar los trámites para fundar una escuela alemana en la ciudad. «La verdad que yo dije que era imposible, y un día encontré al señor Carlos Sturtz quien está en el área de Cultura de la municipalidad. Él me dice que en Crespo existió un gran colegio alemán».
Al conocer esa información, Schmidt inmediatamente contactó a sus conocidos de Buenos Aires que empezaron a moverse en pro de éste proyecto. «Me puse en contacto con el señor Britos quien proveyó un montón de información valiosa pero no era suficiente. Había que buscar más y lentamente como una hormiga empecé a buscar en catastro en Paraná y me ayudaron muchísimo en Buenos Aires, pero la información del Instituto Crespo aún no aparecía», contó.
Más adelante tomó contacto con el docente Roberto Lambrecht, quien tiene una larga trayectoria enseñando alemán en la ciudad, «ahí empiezan las preguntas y empiezan a llegar una parte de las respuestas. Vi que ésto tenía una dimensión en la cual se podría llegar a involucrar el área de cultura de la embajada alemana», contó. En sus indagaciones descubrieron que en la antigua escuela alemana que había existido en Crespo habían intervenido capitales alemanes y docentes alemanes. Fue en el Centro de documentación Germano Parlante en Buenos Aires donde obtuvieron mucha información sobre el Instituto Crespo. A raíz de eso la ex diputada, Cornelia Schmittlerman, quien representa las instituciones educativas contó sobre ésta situación al embajador alemán actual y a través de él se supo que se trató de otra escuela más que sufrió aquel desastre que provocó la Segunda Guerra Mundial. «No fue solo el cierre de fábricas o de empresas con capitales alemanes lo que ocurrió en el año 1945, sino que en el caso de las escuelas implicó el fin de la trayectoria escolar de muchos chicos que venían cursando en sus distintos niveles. Sucedió aquí en Crespo, pero era realmente una hermanita perdida. La escuela no estaba en los registros», relató. A partir de ahí el embajador se interesó muchísimo y les dijo que si buscaban el apoyo alemán pensaran en un nuevo instituto.
La idea del Instituto Crespo nació de dos pastores de la Iglesia del Río de la Plata, quienes en la década de 1930 le sugirieron a Don Otto Sagemüller la posibilidad de crear un instituto con enseñanza de lengua alemana, artes y oficios. Ese instituto nació en 1934. Un año después la administración de Alemania estaba en manos de Hitler y hubo mucha ayuda. La embajada compró con una parte de los capitales y la mitad más uno de los capitales que se invirtieron en el colegio fueron capitales de particulares, haciendo el mayor aporte el sínodo luterano. En 1944 el instituto cierra sus puertas, pero había llegado a tener una cantidad de internos que llegaba a los doscientos chicos venidos de todo Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Buenos Aires, y Misiones.
Más adelante opinó «la ciudad de Crespo desde 1935 hasta 1944 era de difícil acceso, sin embargo éstos docentes estaban ahí y llevaron adelante una gran tarea y eso ha dejado una huella. Crespo creció, avanzó. La obra de Francisco se dejó ver y aquellos sueños quedaron postergados, pero es un tesoro que permaneció estable y que hoy queremos que surja o resurja». Y agregó «Hay un capital humano increíble en Crespo. Y hay docentes que se han esmerado en enseñar la lengua académica alemana más allá de la dialectal. Mucha gente habla el dialecto, incluso hay docentes que tienen la lengua dialectal presente y por sobre todo el amor a la cultura alemana, a la cultura de los abuelos, al patrimonio de las canciones, de las historias y de la idiosincrasia sin que deje de mostrar siempre esta cuestión pluricultural. Ya no estamos hablando de una aldea de descendientes de alemanes sino de una ciudad con pujanza, con la presencia de italianos, criollos, judíos inclusive».
Proyecto
Ante la consulta sobre las ideas que integra el proyecto, Schmidt considera que lo importante son los jóvenes porque ellos son el futuro del país, «tenemos que brindarles las herramientas pero no para que emigren a Alemania. Conozco las instituciones alemanas en la Argentina muy bien y sé de la oferta que son capaces de dar. Muchas instituciones de descendientes alemanes del Volga mantienen tradiciones y eventos que se circunscriben a la tradición culinaria o bailes y eso no está nada mal, pero nosotros apuntamos también como institución cultural enseñar la lengua alemana académica…quizás con la lengua y un futuro laboral los chicos se nos van, y no queremos que se vayan, pero se van a abrir puertas. Y vamos a seguir con las tradiciones por supuesto. La idea es crear escuelas para enseñar la lengua académica»
Los objetivos de la Asociación Escolar y Cultural Argentino Alemana de Crespo es principalmente llevar adelante la enseñanza de valores, que esté presente la preservación del medio ambiente, las energías renovables, el reciclado, una consciencia ecosistémica. «Una idea de que el ser humano está en un medio ambiente que tiene que respetar. Ésta es la agenda de Alemania hoy en el presente». También se busca enseñar sobre la pluriculturalidad, el respeto, la tolerancia, el no a la discriminación, al bullying, a las segregación racial y a los prejuicios.» Vamos con todo ésto ensamblado en un proyecto escolar».
La idea es comenzar impactando en los más chiquitos con un jardín maternal para luego seguir completando toda la estructura de la educación formal dentro del nivel inicial, «por eso estamos en contacto con educación pública de gestión privada en Paraná, con el Consejo de Educación y ya hemos tomado dos contactos. La idea es empezar cuanto antes con el maternal. Nos está ayudando la experiencia de Ramírez, ya que allí hay un jardín maternal donde trabaja una chica de la comunidad de alemanes. Queremos hacer salas para niños de dos y tres años», detalló. Luego la idea es agregar en 2025 salita de cuatro y de cinco y ya tener encaminado el proyecto escolar para el primario. «Hay muchos docentes que tienen el tramo pedagógico y tienen presente los manejos dialectales y el amor por la cultura alemana», comentó.
Dijo más adelante que están recibiendo ayuda de Buenos Aires para que el colegio pueda tener una perspectiva bilingüe y tal vez trilingüe si se puede agregar el inglés porque «queremos sumar mucho a la enseñanza dual alemana». Al respecto de la educación dual alemana contó que en la Argentina la está implementando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, «la idea es que los chicos vayan teniendo en secundaria el contacto con la experiencia laboral a partir de la especialidad que eligen, tanto en materias humanísticas como en materias técnicas. Tenemos que abrir más los horizontes». Además aclaró que no se está buscando hacer una escuela elitista, «no es una escuela para alemancitos como dijo alguien por ahí. Es una escuela con un proyecto, con un diseño curricular amplio, específico, y es para todos».
Aún no se sabe cuánto costará la cuota pero adelantó que no va a ascender a los 100 mil pesos como las escuelas alemanas de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sin embargo explicó al ser una escuela donde los niños van a recibir preparación y aprender idiomas el costo mensual no será tan bajo. Será lo más accesible posible teniendo en cuenta que los subsidios estatales no cubren un 100% y comparó «si un papá paga un jardín o una niñera que cuida a los chiquitos en casa es lógico que nosotros necesitemos un dinero equivalente. No es un lugar donde al chico simplemente lo cuiden, sino que tendrán talleres, huerta en alemán, aprenderán las estaciones en alemán, los números, los colores, estará presente ese gustito alemán en canciones y rimas. La cuota va a tener un costo, hoy en día cualquiera que participa de algún evento importante por una sola vez hace un pago importante para una fiesta o evento. Entonces, ¿Cómo no vamos a pensar en la educación de los chicos? En ese sentido como un monto algo mayor».
Predio del Ejército
Schmidt explicó que el reclamo del predio original donde se situaba la escuela es parte del proyecto. «El reclamo del predio es una cuestión jurídica a partir de un decreto Ley de 1956 con el antecedente de un decreto del presidente Perón de 1955. Son dos decretos en los cuales se restituyen las instituciones que fueron confiscadas como el instituto Crespo a la comunidad alemana correspondiente.
La sociedad civil que sustentaba el Instituto Crespo desapareció diez o doce años antes de que llegara el ejército en 1947. La escuela nació en 1935 y cerró en el año 1944, y en el año 1947 se instaló El polvorín. En 1986 ocurre un accidente en el que estalla El polvorín, lo que hizo que quedara inactivo y se convirtiera en cuartel de vigilancia, «pero todos esos ladrillos, todo lo que fue construido allí y la compra del predio tienen una parte alemana de aportes y una parte de instituciones y particulares argentinos para que exista un colegio alemán», explicó Schmidt. Lamentablemente en esos años del Nacionalsocialismo a partir de la declaración de guerra al Eje, le quitaron la personería jurídica y cerraron todos los colegios alemanes, pero eso fue en 1945 y el instituto Crespo cerró un año antes porque los fondos venían de Marcos Alemanes de Alemania y con el cierre de la embajada en 1944 ya no pudo sostenerse.
Schmidt aseguró que ya está hecha la petición de la Federación de Asociaciones Argentinos Germánicas para presentarse como sociedad civil ante el escribano público en un estudio jurídico que trabaja con las embajadas de Alemania, Austria y Suiza para solicitar formalmente en base a estos decretos, la restitución, como fueron restituidos todos los colegios alemanes.
Sin embargo aclaró que mientras esos trámites avanzan la idea es comenzar a dictar clases en un predio alquilado o en comodato. «Hay un lugar emblemático en la ciudad que sería un ideal y estamos en tratativas para que allí pueda comenzar el jardín maternal. Se puede empezar en una simple casa de tres o cuatro ambientes, tenemos una enorme donación de libros de texto, cuentos, gramática alemana, clásicos en alemán guardados en casas y podemos inaugurar una gran biblioteca alemana», adelantó.
Otro de los planes es crear una academia de alemán y ya hay tres docentes que darían clases a contraturno de la lengua alemana académica, siempre «respetando sensiblemente a los descendientes de alemanes del Volga», aclaró, «porque no queremos poner un palo en la rueda a la pérdida del dialecto. Hay muchos en Crespo que todavía lo hablan y hay que hacer un trabajo fuerte e incesante para no perder todo eso, la lengua dialectal y los valores que han dejado los inmigrantes». Sin embargo dijo que lo que busca es llevar adelante un proyecto ecuménico y no pangermánico, «no a la cuestión de la Islita, sino a compartir, porque en el barco nuestros ancestros vinieron todos juntos, la pasaron mal meses, padecieron enfermedades, hambre, miseria. Y los nietos, los hijos, los bisnietos tenemos que estar todos juntos, adelante».
SOLNoticias