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Además de estudiantes secundarios de Paraná, participaron alumnos de escuelas de Crespo, Oro Verde y de la vecina ciudad de Santa Fe.
La actividad se desarrolló a partir de un juego de representación de los distintos órganos de la ONU. Estudiantes de escuelas secundarias públicas y privadas, debatieron sobre distintos temas
Se llevó adelante en Paraná el séptimo encuentro del programa Uniendo Metas, Jóvenes para el Futuro, un modelo de simulación de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Participan estudiantes de escuelas públicas y privadas de la capital provincial, como así también de localidades vecinas y de la vecina ciudad de Santa Fe. Los adolescentes y jóvenes se convierten en «embajadores» o «delegados» de distintos países para debatir sobre los problemas mundiales.
En las instalaciones del colegio Lasalle se veían chicas ataviadas con burkas o velos, jóvenes con turbantes, kipás, túnicas o bien con trajes formales, según la vestimenta del país que representan.
Toda la actividad se realizó en un clima de absoluto respeto de las normas: petición para tener la palabra, lenguaje protocolar para dirigirse a las autoridades de la Asamblea General, filas en silencio para trasladarse de un lugar a otro, escucha atenta de la exposición de los compañeros. Al modelo lo ejecutan netamente los estudiantes y aun así no hay conversaciones en voz alta, ni gritos, risas o interrupciones.
Es que el simulacro exige que los adolescentes se comporten como verdaderos diplomáticos.
Ser «concientes» del mundo
Durante el simulacro, los jóvenes piden la palabra, debaten, confrontan ideas en tres órganos de la ONU: la Asamblea General, el Consejo Económico y Social (Ecosoc) y el Consejo de Seguridad. También hay instancias en las que se reúnen en bloques regionales para buscar consensos con otros países y llevar esa posición a la asamblea.
«Durante tres días, alumnos de escuelas secundarias públicas y privadas, debate y simulan los distintos órganos de las Naciones Unidas, representando países. Hay autoridades que median en el debate«, relató Camila Farissa, parte del comité organizador de Uniendo Metas e integrante de Conciencia Paraná.
Asimismo, dijo: «Cada órgano tiene su tópico, donde los chicos preparan su discurso y se debate. Esto los forma, les da conocimientos, se trabajan valores; es una muy linda experiencia».
Además de preparar la exposición del país que representan, los chicos tienen que aprenderse toda la normativa de Naciones Unidas que es muy específica, ya que para cada acción hay una fórmula.
Los adolescentes y jóvenes caracterizan a cada país, con vestimentas representativas. «Les decimos a los chicos que, cuando ingresan a este encuentro, ellos representan a los países; no hay escuela, no hay barrios, no hay ciudades, entran en el rol de embajadores realmente Cada país tiene su vestimenta particular, y ese es el juego y el color que le da al modelo al poder disfrazarse para representar las distintas culturas», destacó Farissa.
