Se conoció la actualización mensual de los 24 productos agropecuarios que componen el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
El informe exhibió que el consumidor inició el segundo semestre del año pagando 3,6 pesos por cada peso que recibió el productor de agroalimentos. Asimismo, la participación del productor en el precio final de venta fue del 25,6% y explicó tan solo una cuarta parte del precio de góndola.
Los precios de 19 frutas y hortalizas dejaron en claro que el consumidor pagó cerca de 6 pesos por cada peso que recibió el productor. La mayor participación la obtuvieron los productores de frutilla, mientras que la más baja la consiguieron los de zapallito.
En tanto, de los cinco productos y subproductos ganaderos, el consumidor abonó 2,77 veces más de lo que recibió el productor.
Los productores de los agroalimentos con mayor diferencia de precio entre campo y góndola coincidieron en la falta de precios de referencia, provocada por la inestabilidad de la macroeconomía y su impacto en el precio de los principales insumos que utiliza la producción agropecuaria. A los inciertos costos de reposición se suma, además, una caída de demanda por pérdida de poder adquisitivo.
Con respecto a los productos y subproductos ganaderos, la menor diferencia entre origen y destino se debió a que los huevos (1,99 veces) y el pollo (2,08), por lo general, tienen sistemas de producción integrados, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio.
De acuerdo al análisis, queda demostrado que el productor primario no es formador de precios, por lo que tampoco es responsable de su escalada. Según la entidad, este nuevo informe demuestra que las posiciones dominantes del mercado -hipermercados, los galpones de empaque y las cámaras de frío- ejercen diferentes comportamientos, de tipo especulativos, que afectan los precios.