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La desaparición de la familia Gill es uno de los mayores enigmas del país. El matrimonio y sus cuatro hijos fueron vistos por última vez en 2002.

El Ministerio de Seguridad de la Nación le otorgará una recompensa de 9 millones de pesos a quien pueda aportar datos para desentrañar uno de los mayores misterio del país y hallar a la familia Gill, que desapareció hace 20 años de un campo de Entre Ríos.

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Se trata del matrimonio integrado por Rubén José Gill, de 54 años, y Margarita Norma Gallegos, de 25; y sus hijos sus hijos María Ofelia, de 11 años, José Osvaldo, de 9, Sofía Mercedes, de 7, y Carlos Daniel, de 3. Todos fueron vistos por última vez el domingo 13 de enero de 2002 en la ciudad de Viale, ubicado 50 kilómetros al este de Paraná.

Al cumplirse dos décadas de la desaparición, el magistrado Gustavo Adolfo Acosta, a cargo del Juzgado de Transición y Garantías de Nogoyá, solicitó al Ministerio de Seguridad que ofrezca una recompensa para aquellas personas que puedan aportar datos que sirvan para dilucidar cuál fue el destino de la familia entrerriana.

Por ello, la cartera conducida por Aníbal Fernández formalizó este miércoles un ofrecimiento de 9 millones de pesos para intentar destrabar el expediente número 350/02, que se encuentra frenado por falta de avances.

Un misterioso caso sin resolver

El domingo 13 de enero de 2002, los Gill habían concurrido a un velorio y luego fueron trasladados al establecimiento rural «La Candelaria», ubicado en Crucesitas 7ma, 80 kilómetros al este de la capital entrerriana: allí vivía la familia desaparecida. A partir de aquella jornada, no se supo más nada de los Gill y se convirtieron en un gran enigma para la provincia litoraleña.

El dueño de La Candelaria, Alfonso Fernando Goette, era una de los sospechosos del confuso hecho, pero con su muerte en 2016 -como consecuencia de un accidente automovilístico- la causa judicial se empantanó aún más.

La principal hipótesis que se investiga es el homicidio y desaparición de los cuerpos de los seis miembros de la familia Gill, en posible coautoría material o autoría ideológica del hacendado.

Durante estos 20 años se realizaron excavaciones en La Candelaria para intentar corroborar declaraciones de testigos que señalaban que los Gill podrían haber sido enterrados allí, pero por el momento no se halló nada en ese sentido y el destino de la familia sigue siendo un misterio.(9ahora)

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