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Enersa informó que, durante los últimos meses, la demanda de energía eléctrica en Entre Ríos se incrementó a valores récord, producto de las altas temperaturas y el calor sostenido que comenzó ya en el pasado mes de octubre.

El término “extra-tendencial” refiere al grado inusitado en que ha aumentado el consumo, más allá de toda propensión o previsión. Por ejemplo, para el primer trimestre del 2023 se esperaba un crecimiento del 2% respecto del año 2022 y, sin embargo, dicho incremento fue del 18% (es decir, un 16% extra-tendencial).

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Asimismo, si tomamos únicamente el mes de marzo, la demanda se incrementó en un 43,5% respecto de marzo de 2022, otra cifra de carácter histórico. Cabe destacar que los informes del Servicio Meteorológico Nacional detallan temperaturas que no se registraban desde hace más de 50 años para un mes como marzo.

“Tenemos un sistema confiable”, sostuvo Ramiro Caminos, presidente de Enersa. “Entre Ríos fue una de las provincias más afectadas por el calor. Sin embargo, a pesar de estos valores, y si sumamos además las fuertes tormentas que tuvimos durante el verano, podemos afirmar que el sistema eléctrico se comportó de manera satisfactoria, sin mayores inconvenientes”.

Una de las razones por las que no hubo restricciones de magnitud en el suministro eléctrico obedece a las inversiones que Enersa realiza para anticiparse a estos incrementos de demanda.

“Dentro del plan de inversiones de Enersa, desarrollamos obras a largo plazo, que son estratégicas y necesarias para asegurar la calidad del servicio”, agregó Caminos. “Pero también planificamos obras a corto plazo, como las del Plan Verano 2022-2023, sobre las que trabajamos para enfrentar el crecimiento de la demanda en meses específicos”.

El otro factor tiene que ver con el Uso Responsable de la Energía. A lo largo de sus casi 18 años de vida, Enersa ha insistido ininterrumpidamente en el cuidado a la hora de utilizar los artefactos eléctricos, especialmente de los aires acondicionados durante la temporada estival y de los artefactos de calefacción eléctrica en el invierno.

Esta acción implica “reeducarnos como sociedad a la hora de utilizar la energía”; es un cambio cultural lento, pero necesario. (APFDigital)

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