- Publicidad -


Por su ambiente, Entre Ríos permite ejecutar diversas técnicas de producción.

 

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la acuicultura adquirió un dinamismo nunca visto en la historia. Se estima que para las décadas del 2030 y 2040 superará en cantidad a la producción mundial por pesca de captura.

- Publicidad -


 

Las características particulares de Entre Ríos permiten la aplicación de diferentes técnicas para la producción acuícola, ya sea por cultivo cuando la especie en producción es manejada y controlada durante todo su ciclo de vida, o semicultivo donde la especie es manejada sólo durante una parte del mismo.

Asimismo, en circuitos abiertos las crías se adquieren a terceros para su posterior recría, engorde y venta, mientras que encerrados se tiene un control desde el huevo o semilla hasta el momento del mercadeo. Los cultivos se dan: en forma extensiva, cuando se trabaja en bajas densidades de siembra, o intensiva, considerada la más productiva en función de la cantidad de biomasa producida por unidad de área y, por tanto, da mayores dividendos.

Entre las principales especies ictícolas que se cultivan en la actualidad dentro de los distintos establecimientos productivos provinciales se encuentran el pacú (Piaractusmesopotamicus); el bagre randiá (Rhamdiaquelen); el amur (Ctenopharingodonidella); la tilapia (Oreochromisnilótica); el pejerrey (Odonthestesbonariensis); la boga (Leporinusobtusidens) y el sábalo (Prochiloduslineatus).

El director de Recursos Naturales de Entre Ríos, Mariano Farall, explicó que dentro del proceso de identificación y normalización de pequeñas y medianas producciones acuícolas activas en Entre Ríos se han logrado identificar 15 establecimientos con mayor o menor grado de desarrollo y propósitos diferenciados, entre los cuales destacó la presencia de tres Estaciones Experimentales en La Paz, Concordia y Diamante; un proyecto educativo agrotécnico en Federal; y un proyecto de turismo recreativo Pesque y Pague en Santa Anita.

Indicó a su vez que, tomando en consideración los meses favorables del año para la actividad, es decir, de septiembre a marzo, y el tipo de producción que se desarrolla en los diferentes emprendimientos acuícolas provinciales; el número de productores involucrados solo en forma directa varía de 20 a 45 aproximadamente.

 

En el periodo 2020/2021 se ha registrado en Entre Ríos un volumen de producción acuícola de 9,06 toneladas de pacú; 0,4 de boga y 0,1 de sábalo. En la actualidad, la producción acuícola entrerriana no ha logrado llegar a un volumen adecuado para conseguir estándares de industrialización, razón por la cual la comercialización del producto pez se ha limitado al mercado interno, en venta directa al público, comercios locales y/o ferias.

“La acuicultura en nuestra provincia es considerada una actividad amigable con el ambiente, y complementaria de otras cadenas productivas como lo es la pesca tradicional, desempeñando de este modo un papel significativo en el suministro adecuado de alimentos a base de pescado; y generando así también posibilidades de desarrollo económico y social para pequeños y medianos productores piscícolas arraigados en nuestro territorio”, sostuvo Farall.

Agregó que, entre los beneficios más importantes que se desprenden de dicha actividad, se cuenta su capacidad de proporcionar alimentos con elevado valor en proteínas de alta calidad, minerales, vitaminas, ácidos grasos omega 6 y 3, así como por su bajo contenido en grasas. Mencionó también que la misma contribuye a la conservación de los recursos ictícolas; a la creación de nuevos empleos en su rol de actividad económicamente sustentable e impulsora de investigaciones; y a la elaboración de técnicas de desarrollo innovadoras compatibles con la agroecología.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here