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El sacerdote compartió una pequeña reunión junto a amigos y allegados.

El pasado sábado 10 de diciembre el Padre Rubén Schmidt celebró 35 años como sacerdote y contó a SOLNoticias cómo fueron esos inicios.

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«Hace casi 35 años atrás, un diez de diciembre del año 1987, un día viernes, el entonces Arzobispo de la ciudad de Paraná, ahora es arzobispo de mérito, Cardenal, el Monseñor Estanislao Karlik me ordenó sacerdote», comentó. Monseñor Karlik había introducido la costumbre de ordenar a los curas en su lugar de origen, por eso fue ordenado en Aldea Santa María. Si bien su lugar de nacimiento es Crespo, de niño se trasladó con su familia a Aldea Santa María, una Colonia Alemana ubicada entre Cerrito y María Grande. «Entré al Seminario como Seminarista en Aldea Santa María, entonces fui ordenado ahí. Tres años antes Karlik había hecho ordenaciones acá en Crespo, justamente frente a la Parroquia del Rosario, se habían ordenado cuatro Sacerdotes en esa ocasión. Dos eran originarios de Crespo y dos de Racedo que dependían de la Parroquia del Rosario, en ese año, fue el año 84 si mal no recuerdo, fueron ordenados el Padre Mario Taborda, Raúl Espinosa, Humberto Pérez, y José María Bustamante», contó.

Según dijo, para él celebrar 35 años de sacerdocio es algo muy especial. «Mi idea era hacer algo simple, recordando el aniversario, animado por amigos, gente cercana, porque está bueno darle gracias a Dios por tantos años de ministerio, por otro lado darle gracias a Dios por la vocación que es un regalo especial de Dios, pero también para proponer a los jóvenes el tema vocacional, el tema del sacerdocio, porque para la persona que es creyente, incluso para las otras denominaciones cristianas, uno no puede pensar una congregación sin un pastor, sin una cabeza que los guíe. Y lo mismo pasa en la Iglesia Católica, y yo creo que es más necesario en la Iglesia Católica en razón de los sacramentos, la confesión, la eucaristía, que no podrían existir sin el sacerdote, por ejemplo», dijo.

La idea del Padre Schmidt era aprovechar la celebración de su sacerdocio para llamar la atención sobre la vocación religiosa en los jóvenes, «yo hago ésta comparación, así como un matrimonio de muchos años es lindo que celebre su aniversario, porque es algo para dar gracias a Dios el estar todavía juntos, haber superado muchas vicisitudes, por otro lado es como una propuesta para las parejas jóvenes, es decir, es posible también, si ellos han perdurado tantos años juntos, ¿porque no nosotros?, entonces mi idea era ésto, plantear el tema vocacional, decir que es posible a pesar de las dificultades que uno pueda encontrar de perseverar en lo que uno elige, si es que está convencido que Dios lo ha elegido para ésto».

El sacerdote relató que en su camino vocacional cuando era todavía seminarista, le ayudó ver a los curas ancianos, «en la época del seminario uno se cuestiona, se plantea, ¿seré para ésto?, ¿perseveraré en ésto?, muchas cuestiones pueden influír  e interponerse, y mirando la imagen de los sacerdotes ancianos que iban con su bastón, estaban entre nosotros pensaba ‘si ellos lo lograron ¿por qué no yo?’.  Y por supuesto no es sólo tarea de uno, sobretodo es la gracia de Dios, por supuesto que es un compromiso de uno también».

Es por eso que surgió la idea de festejar «porque es un número poco redondo, no sé que tipo de bodas sería, porque no es ni de plata ni de oro, viste que cada cinco o diez años se hacen los jubileos por lo general, así que por eso hemos querido celebrar». Comentó que vendrán varios de sus hermanos, «nosotros somos siete hermanos, solamente una hermana no podrá venir, que es religiosa, está en Salta, por sus obligaciones. El resto van a venir, algunos hermanos están en Buenos Aires, otros en la provincia, vendrán algunos sobrinos, algunos primos y por supuesto parte de la comunidad parroquial», detalló.

Cómo influyeron sus padres en la vocación sacerdotal

Luego se refirió a sus padres y al importante rol que tuvieron sus padres en su vocación sacerdotal. «Mi papá falleció cinco años de que yo me ordenara sacerdote, éste año se cumplieron cuarenta años de su muerte. Y en octubre se cumplieron 19 años de la muerte de mamá. Papá murió muy joven y mamá relativamente joven. Ellos están sepultados juntos y yo el día que muera quiero ser sepultado junto a ellos porque yo de ellos recibí tres cosas importantes, la vida, la fe y la vocación, fueron los intrumentos de Dios para todo ésto, porque ellos fueron mis padres, me engendraron, Dios por supuesto es el principio de la vida, dispuso ese principio vital», dijo. Explicó que sus padres eran gente de mucha fe,  «yo soy el mayor de los siete hermanos, y por ejemplo me dieron la fe, con su ejemplo, su palabra, con su práctica religiosa, y también por lo que sé, ellos, sobretodo mi madre, era tanta la alegría por estar esperando un hijo, que como agradecimiento dijo ‘Señor, si es varón éste hijo que espero, va a ser para vos’, y cuando estaba por nacer la situación era bastante crítica, peligrosa para ella y para mí aparentemente y tengo entendido que mi papá le pidió a Dios la gracia de que nos salváramos los dos y que si era varón ese primer hijo que nacía, y Dios lo quería, él lo iba a acompañar en su vocación. Y parece que tuvieron tanta fe los dos que hasta le salió una hija monja y los otros cinco hijos se casaron también», relató.

Además se refirió muy especialmente a su madre, «Mi mamá quedó viuda joven, una mujer luchadora, de mucha fe. Una mujer de eterna sonrisa, porque ella murió por un cáncer de páncreas, le habían pronosticado un montón de dolores, y yo no sé si era el tratamiento o qué pero hasta el último día de su vida era una constante sonrisa mi madre, una gran fe. Así que yo creo que ella está en el cielo porque era una santita. Y siempre fue un buen ejemplo, muy sacrificada. Nunca me condicionaron en mi vocación».

Schmidt explicó que a pesar de los errores que uno comete, sigue creyendo que «yo no era otra cosa que para ésto, eso lo que dice el profeta Jeremías, al inicio del libro de él ‘Desde el vientre materno te elegí y te consagraré profeta de las naciones, para ésto te he destinado’, algo así es la expresión del profeta, así que yo estoy convencido de que todas las personas que venimos a éste mundo han sido elegidos especialmente por el Señor. No es que son elegidos solamente los que cumplen una gran misión, como ser papa o ser presidente, sino todos. En el caso del ministro de Dios, que distribuye la gracia de Dios a través de la predicación y de los sacramentos, es una elección particularísima, una consagración especial».

Dijo además que considera que Dios sigue llamando, pero que hay jóvenes que no se animan a dar el paso. Por eso reiteró que su intención es animarlos a ellos, para que si se hacen el planteo de ser sacerdotes no tengan miedo, «eso sí, siempre van a tener que buscar la ayuda de algún sacerdote que los oriente, que los aconseje, que los acompañe en su vida espiritual, tal vez en la última década se ha desacreditado mucho a la Iglesia por toda esa mala propaganda que se hizo, yo creo que estuvo mal encarado porque generalizaba, de situaciones de curas que cometían sus graves errores, pero también hay muchos sacerdotes. Yo en mi vida de cura y seminarista he conocido sacerdotes extraordinarios, realmente ejemplares, que han demostrado todo lo contrario. También de Cristo se dijeron muchas cosas en su momento, no lo querían, así que yo le diría a los jovencitos, a los jóvenes, incluso a personas masomenos ya grandes, tal vez de adultos, hay gente que entra a los treinta y pico de años al seminario, que si creen en su corazón que Dios los llama para ésto no tengan temor, busquen ayuda, son varios años de preparación, varios años de estudio, el caso mío en aquella época después del secundario fueron siete años, ahora se agregaron varios años más porque se ve la necesidad de un mayor tiempo de maduración de la vocación, así que tienen tiempo de darse cuenta de que si no es lo de uno, volver atrás».

El rol de los sacerdotes en las comunidades cristianas

También habló de la importancia del rol de los sacerdotes en las comunidades cristianas. Consideró que muchas veces los Cristianos se han costumbrado a tener curas siempre, y no se preocupan si se están ordenando sacerdotes nuevos o no,» hay lugares en el mundo y en el país donde viene un sacerdote tal vez dos o tres veces al año. Acá todavía tenemos esa gracia especial de tener varios curas, de poder ir a misa todos los fines de semana, pero pensemos en ésto, si un día no hubiera más sacerdotes esa hermosa iglesia que tenemos ¿para qué serviría?, ¿en qué la convertiríamos?, por eso es un compromiso de todos que no falte», consideró. Además habló de la necesidad del sacerdote paa quienes son creyentes, para bautizar un hijo, para pedir un consejo, para los sacramentos de los niños, para asistir un enfermo, para sepultar un muerto. «Si no estuviera el sacerdote no hay confesión y no hay eucaristía. Y a veces les digo un poco el chiste a la gente que así como van las estadísticas, en veinte o treinta años más no va a haber más curas, o van a estar escaseando, y si tengo un ser querido difunto ¿como vamos a hacer si no hay ni siquiera para eso?, alguien que acompañe, a darle un último adiós al ser querido, lo vamos a tirar en un sanjón como a los animalitos, por eso es un tema muy real», advirtió.

Luego dijo «que tenemos que verlo dentro de la providencia de Dios, ésta situación particular como tantas otras cosas en la vida, por ejemplo que no esté lloviendo en éste tiempo, ¿qué estará pasando?, ¿que cosa estará esperando Dios? porque las súplicas han sido muchas, pero es para llamarnos la atención sobre algo, y creo que con el tema de sacerdocio lo mismo, creo que hay un mayor compromiso de nuestra parte, nos hemos acostumbrado a tener todo sin valorarlo demasiado, sin cuidarlo demasiado, a veces exigiendo demasiado, a veces tomándolo a Dios como una especie de parchecito cuando yo creía que lo necesitaba. Éstas cosas nos hacen ver que es uno el que maneja todo, y no lo podemos perder de vista».

El padre Schmidt considera que el mundo está como está porque ha renegado de Dios, «todas esas catástrofes que uno ve, por la televisión uno ve grandes manifestaciones públicas en Mongolia, que es ese país asiático en el centro del Asia entre la Rusia Asiática y China, con manifestaciones, reclamos, quejas al gobierno por la corrupción que hay, y si uno repasa el mundo, uno a veces cree que la guerra existe solamente en Ucrania con Rusia, pero lo que es África en muchos lugares, es tremendo, gente que está padeciendo hambre, persecusión, éste año hubo muchos cristianos asesinados por su fe, perseguidos, y no solamente cristianos católicos, sino también de otras confesiones. Es caótica la situación mundial y es porque se lo ha querido sacar a Dios. En las útimas décadas  se ha atentado contra lo que son los fundamentos de la existencia, el matrimonio con el divorcio, el tema del matrimonio igualitario, el tema del aborto, el tema de la eutanacia, lo hemos sacado a Dios del corazón de los hombres, y viene toda ésta situación catastrófica, cuando vas en contra de Dios y de la familia, ahí vienen todos los dramas, es así de simple y está grave la situación».

Más adelante explicó que a veces esas cosas que pasan en el mundo no nos dicen demasiado porque se quieren ocultar para que la gente no reaccione, «yo pienso en la época de los grandes imperios cuando empezaba su decadencia, distraer a la gente con lo que se decía ‘pan y circo’, nos distraen con todo eso, y era el inicio del fin de todos esos grandes imperios, por eso yo pienso que estamos en una época histórica también en que los grandes imperios de a poquito se están cayendo, no se pueden sostener así, atacas a la persona y lo sacás a Dios y viene la autodestrucción. A veces pensamos que los políticos tienen que cambiar todo pero hay que cambiar el corazón de todos los hombres», finalizó.

SOLNoticias

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