- Publicidad -


A pesar de que se anunció el congelamiento de las tarifas, impactarán las subas del dólar y del transporte.

Numerosos clubes de la provincia comenzaron a recibir la facturación del servicio de gas natural del último período, que ya refleja un mayor consumo en el caso de los que cuentan con pileta climatizada.

- Publicidad -


Algunos están alarmados por los altos importes que deben afrontar, y muy preocupados por las boletas que recibirán en los próximos meses, en los que necesariamente el uso de esta energía se incrementa aún más debido a las bajas temperaturas, y en las que pagarán montos más altos debido a la suba del dólar y el gasto del transporte, que provocará aumentos de hasta un 50%, aunque el gobierno nacional haya anunciado hace un mes el congelamiento de las tarifas.

Son muchas las instituciones deportivas que arrastran deudas con la distribuidora provincial, y aunque redoblan los esfuerzos no logran cancelarlas. Una de las que está seriamente comprometida es la Asociación Deportiva y Cultural (ADyC) de Crespo, que ofrece a sus casi 1.900 socios la posibilidad de practicar diferentes disciplinas, como fútbol, rugby, padel, tenis y natación todo el año.

Desde la comisión directiva decidieron cerrar la piscina climatizada, al menos por dos meses, ya que no pueden afrontar los altos costos que requiere su funcionamiento y están muy endeudados. «Ahora está en funcionamiento, pero decidimos cerrarla a partir del 7 de junio porque tenemos muchas facturas de gas acumuladas que no se han podido pagar, y justamente en invierno es cuando viene más consumo», contó a UNO María, trabajadora del área administrativa de la institución.

A su vez, indicó que de las boletas impagas, una ronda los 100.000 pesos, y las últimas son de 60.000 y 69.000, que corresponden al verano todavía. «No queremos seguir sumando deudas porque aún no sabemos cómo afrontar las que tenemos. Ya hemos hecho eventos, venta de pizzas, pero es tanta cantidad de dinero que no alcanza para pagarlas, y tampoco se le puede trasladar al socio o a las personas que vienen a la pileta esa cantidad, porque la cuota se volvería impagable y tenemos un rol social acá en el club», manifestó.

Sobre este punto contó que a la cuota la aumentaron este mes de 300 a 350 pesos para el grupo familiar y María confió que ya hay gente que está dando de baja su asociación: «Estamos en una sociedad en la que no pueden pagar mucho, o que lo primero que recortan es el club», observó.

A la piscina que tienen la utilizan los miembros del club, pero además tienen convenios con el Profesorado de Educación Física para que los estudiantes hagan sus prácticas; con escuelas, a las que les cobran un valor simbólico; con gente que enseña buceo; con la Policía de Entre Ríos; con centros de jubilados; y también con una escuela integral, ya que las actividades acuáticas son muy beneficiosas para el desarrollo psicomotriz de los niños con discapacidad. En este último caso les prestan las instalaciones sin cargo, destacando la función social que tiene la ADyC.

 

«Todo es complicado, porque el monto de luz que hay que pagar también es mucho y hay que juntar además para los productos y los sueldos. Hasta el momento no le hemos encontrado una solución y no ha habido respuestas», lamentó.

Por su parte, Cristina Zamero, responsable del área de piletas y revisora de cuentas de la comisión directiva, recordó que solo una vez recibieron un subsidio municipal porque se les habían roto las lonas y las calderas, y subrayó que en una ciudad chica no pueden incrementar más las cuotas. Actualmente la comisión directiva está gestionando un plan de pagos en la distribuidora, y muchos de los integrantes del club, que es un emblema de la ciudad, están buscándole la vuelta para conseguir ayuda para afrontar la crisis que atraviesan, presentando notas a empresas de la zona solicitando colaboración, acompañadas por pedidos expresos de otras instituciones que usan la pileta, como la escuela integral.

«Son entre 300 y 400 usuarios los que utilizan la pileta. Que tengamos que cerrarla es una gran pérdida, porque no solamente se priva a los chicos de seguir con su actividad física, sino que ocasiona un perjuicio para toda la institución, ya que hay un montón de gente que se asocia por la pileta y ya se nos están presentando bajas por esta situación», reflexionó.

Con angustia, aseveró: «Tenemos un plantel de chicos federados que está en competencia y van a estar dos meses parados. Si se lo compara con otros deportes, es lo mismo que un basquetbolista o futbolista deje de entrenar. Para nosotros es tremendo lo que estamos viviendo. Tenemos una deuda de gas acumulada que no podemos pagar».

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here