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Los médicos Miguel Torrealday, Jorge Rossi y David Vainstub fueron sentenciados a nueve años años y seis años respectivamente por el caso de lo hijos mellizos de los militantes desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela.

Los médicos Miguel Torrealday, Jorge Rossi y David Vainstub, titulares del Instituto Privado de Pediatría (IPP), fueron juzgados por los delitos de robo de bebés y sustitución de identidad durante la dictadura, en el caso de lo hijos mellizos de los militantes desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela.
En la tarde de este martes se conoció el veredicto por parte del juez Roberto López Arango quien informó que Miguel Torrealday fue encontrado responsable de la participación necesaria, por lo que se le impuso la pena de nueve años de prisión y la inhabilitación para ejercer la profesión.
En tanto, se hizo saber que David Vainstub y Jorge Rossi fueron sentenciados a seis años de prisión por su participación secundaria e inhabilitación para ejercer la profesión.
En los alegatos el fiscal José Ignacio Candioti había pedido 12 años de prisión para Torrealday, como partícipe necesario, y nueve para sus colegas Rossi y Vainstub en calidad de partícipes secundarios. Por su parte la querella había solicitado la pena de 15 años de cárcel para todos los imputados por entender que fueron coautores del hecho.
En este proceso se juzgó a los socios del IPP por haber recibido a los hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, derivados horas después de nacer desde el Hospital Militar de Paraná; por haberlos internado, atendido y luego entregado a personas hasta ahora desconocidas. Todo esto ocurrió en marzo de 1978. La beba mujer restituyó su identidad 30 años después, mientras que el varón todavía no fue localizado.
Los bebés estuvieron todo el tiempo en la neonatología el IPP separados de sus padres y familiares biológicos, fueron inscriptos de modo irregular (como NN López el varón y como Soledad López la niña), se comentaba que eran los hijos de «una subversiva» y no recibían visitas. Los médicos y dueños del IPP omitieron dar aviso de esta situación al Consejo del Menor o las autoridades judiciales competentes.
En palabras del fiscal Candioti, los acusados tuvieron accionar doloso: «Prestaron colaboración con los delitos con total conocimiento e intención. No hubo negligencia ni accionar culposo», sostuvo en su alegato. De la misma manera afirmó que «no hicieron nada para dar con los familiares; ninguna presentación a las autoridades correspondientes como un juez de menores o Consejo del Menor» y que «tenían un deber de cuidado y generaron tanto daño. Generaron un dolor constante».
El juicio se inició el 6 de agosto y en el debate declararon ex enfermeras del IPP y el Hospital Militar, colegas de los acusados, miembros de Abuelas de Plaza de Mayo y familiares de las víctimas, Entre estos últimos estuvo Sabrina Gullino Valenzuela Negro, quien fue localizada en 2008 y desde entonces busca a su hermano mellizo. El reclamo permanente de Sabrina y de los organismos de derechos humanos es que los médicos rompan el silencio acerca del destino que tuvo el mellizo. Sin embargo, los imputados no aportaron dato alguno y solamente hablaron en la instancia de las últimas palabras, oportunidad en la cual dijeron ser inocentes.

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