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La querella por la AFIP alegó y pidió la condena con penas de prisión efectiva para los integrantes de la familia Waigel que son juzgados por el delito de Insolvencia Fiscal Fraudulenta agravada.

La querella en representación de la AFIP solicitó este miércoles duras penas para los integrantes de la familia Waigel que son juzgados por el delito de Insolvencia agravado por ser cometido con la concurrencia de dos o más personas.

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Se trata de siete miembros del grupo familiar que escuchó que la querella solicitó penas de cumplimiento en prisión y que se les dicte, en el caso de ser hallado culpables, la prisión preventiva por el riesgo de fuga; y de 14 personas más, entre familiares y allegados. En los casos en que se pidió condena, se destacó la formación profesional de los imputados por sus conocimientos especiales derivados de su título. Se trató de abogados, escribanos y licenciados en administración.

La acusación pública por el Ministerio Público Fiscal realizará sus alegatos este viernes 29 de abril a partir de las 9.30.

Este miércoles 27, la querella solicitó que Miguel Artemio Waigel, Nancy del Carmen Waigel, Miguel Francisco Artemio Waigel y Maricel Alejandra Waigel, sean condenados a la pena de cinco años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. Respecto de Rosa Inés Buttazzoni, esposa del fallecido Miguel Waigel y madre de Marcos Javier Waigel, pidió la pena de tres años y seis meses de prisión efectiva. La misma pena solicitó para Andrea Carina Waigel, Marcos Javier Waigel y Juan Pablo Mariano Waigel. A todos les atribuyó roles de coautores.

Respecto de Benigno Agustín Keiner, la querella requirió la pena de tres años de cumplimiento condicional. En relación a Vicente Raúl Mendoza, Sonia Marisa Milessi y Daniel Aníbal Goro, solicitó la absolución porque se probó que fueron captados por el abogado de Bovril, Gabriel Orsich, y no tenían conocimiento del estado en que estaba la empresa radicada en Crespo, puesto que son oriundos de la primera localidad, y no los tenían respecto de la realización de escrituras u otra documental. El mismo pedido realizó respecto del contador público nacional Miguel Ángel Banega.

La querella solicitó en relación a Jorge Guillermo Waigandt, la pena de tres años de prisión condicional por su rol como partícipe secundario; para Leandro Nicolino Ripari, la pena de dos años y seis meses condicionales; para el abogado Sergio Fernando Schmidt, esposo de Nanci Del Carmen Waigel, hermano de Horacio Felipe Schmidt Bender y cuñado de Patricia Liliana Quesada, solicitó al pena de cuatro años de prisión efectiva.

Igual pena se requirió para Daniel Eduardo Campos, Silvana Rosa Beatriz Vargas y Melisa Evangelina Campos. Finalmente, para el matrimonio Schmidt Bender y Quesada, abogado y escribana respectivamente, solicitó la pena de tres años de prisión condicional.

La querella desarrolló un sólido alegato en el que analizó la conducta desplegada por cada uno de los imputados y las que desarrolló cada uno de los integrantes del clan familiar a partir de una división que se concretó en la firma en 2007, cuando quedó configurado un grupo con Artemio Waigel y otro con Fermín Waigel.

Respecto de la división, la AFIP consideró que se concretó solo con fines económicos, para mantener el patrimonio de la firma fuera del alcance del fisco y de los acreedores, y no, sentimentales o afectivos. Con el mismo objetivo se realizaron la simulación de ventas de inmuebles y rodados y la creación de una miríada de empresas que eran integradas por miembros del clan o familiares cercanos.

Profesionales

Los querellantes fueron contundentes respecto del rol que desempeñaron el abogado Orsich, que fue imputado en el comienzo de la causa, pero quedó desvinculado de la misma por prescripción de la acción penal en su contra, lo que no sucedió con el resto puesto que se realizó una nueva imputación que no lo comprendió.

De Orsich sostuvieron que “Mendoza, Milessi y Goro, fueron usados como instrumentos para perpetrar el plan” de la familia de Artemio Waigel “sin tener el conocimiento pleno” ni del procedimiento de escrituración, todos dijeron que no conocían lo que era una escritura, ni del proceso concursal de la empresa puesto que no vivían en Crespo.

La querella sostuvo que “todos fueron captados por Gabriel Orsich, Waigel lo contrataba para captar personas de bajos recursos que le debían un favor…”. Respecto de los escribanos Hernando Garmendia Molas y Carlos De Ángeli, señalaron que el primero fue desmentido por los testigos cuando señalaron que nunca estuvieron en Santa Fe, donde aquel tiene su escribanía. El escribano sostuvo que las escrituras se firmaron en su estudio. Respecto del segundo, se limitaron a calificarlo como “muy devaluado escribano”. (El Diario)

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