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Lucía Kindebaluc, integrante del staff de entrenadores del Club Atlético Sarmiento, se prepara para representar al país en certámenes internacionales.
En el marco de los festejos del Mes del Niño que organizó el patín artístico del Club Atlético Sarmiento, Lucía Kindebaluc, integrante del staff de entrenadores del Rojo, comentó que “Es una hermosa iniciativa de las profes y de la subcomisión, la de compartir entre todos el Día del Niño y los cumpleaños de nuestras patinadoras. Lo hacemos varias veces al año a los festejos de cumples, y se dio esta particularidad en el Mes del Niño de unir ambas cosas. Vinieron papás, los chicos se unen, se divierten y se genera un clima de equipo. Es un buen ambiente, distendido, con diversión”.
Kindebaluc resaltó que participaron de las propuestas los dos alumnos de patín adaptado que tiene a su cargo. “En patín adaptado están Matilda y Tiago. Ellos se han integrado mucho con el grupo de patín inicial, y estamos contentos por eso. Estamos trabajando bien, con muchas ganas. Todos los días aprendemos algo nuevo, ellos nos enseñan mucho a nosotros. El trabajo que se hace se maneja bien, y si bien no tuvieron aun presentaciones en público, porque empezamos hace poco, nos gustaría mostrar algo en el Festival de Fin de Año”, dijo.
Viajes y desafíos
Lucía, nuevamente, representará al país en certámenes internacionales. “Se vienen ahora viajes importantes, clasifiqué al Panamericano y al Mundial y me pone orgullosa eso. El Panamericano es en Colombia a partir del 1 de septiembre y el Mundial en Francia un mes despues. Vamos a dar lo mejor, estamos entrenando mucho sabiendo que es un orgullo defender la Bandera Argentina”.
Agregó que “A Colombia vamos el 1 de septiembre y yo compito los días 4 y 5 de septiembre. Hay una preparación importante en la previa. Lo económico es siempre un condicionante. Para el Panamericano me ayudó la Federación Entrerriana, para el Mundial aun esperamos la ayuda de la Nación”.
Sobre la preparación previa, indicó que “Al entrenamiento habitual le sumamos más exigencia de cara a estas competencias. Estoy haciendo doble turno, de mañana gimnasio y clases de danza clásica como complemento, y a la tarde entrenamientos y clases que me toca dar. Los entrenamientos junto a mi profesora Carolina Pacher son de tres horas o más, con exigencia pero cuidando el cuerpo, porque con el estrés pueden aparecer lesiones”.
“Hacemos lo justo y lo necesario, lo que hay que hacer. Los extremos nunca son buenos. Normalmente no hablo ni de medallas ni de podios, sí de mi rendimiento, que es lo que puedo manejar. Quiero lograr dos bailes completos, logrando meter todos los saltos y trompos, y que se vea la parte artística, que se vea la parte de expresión corporal, lo coreográfico, la posición de las manos. Espero que todo salga bien y después veremos si eso lleva a una medalla o no”, agregó.
Con la antorcha
Por último, la patinadora reconoció la emoción que le generó haber portado la antorcha de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que pasó por Paraná semanas atrás. “Pude llevar la antorcha de los Juegos Olímpicos de la Juventud como voluntaria y fue un orgullo, porque el patín no está en los Juegos, por lo que es lo más cerca que se puede llegar, acompañando en este caso a los que sí estarán”.
Es una adrenalina hermosa llevar la antorcha, muy emocionante por haber sido elegida, por mí, por el patín y por mi profesora Carolina Pacher que está conmigo desde los 5 años. Hoy tengo 27 y ella sigue conmigo, me aconseja, me ayuda, me lleva por el mejor camino. Es un premio para ella también. Confía en que puedo lograr las cosas y todo lo que logramos tiene mucho que ver con ella”, planteó.
